sexta-feira, 6 de maio de 2011

En menos de una semana reconocen segunda área de conservacíon privada


    El Ministerio del Ambiente, a través del Servicio Nacional de Áreas Naturales Protegidas por el Estado-SERNANP, reconoció una nueva área natural protegida de administración privada. Se llama Qosqoccahuarina y es la 31 ACP del país y la novena en la región Cusco.


Las 1827 hectáreas que alberga el ACP son de propiedad de la Comunidad Campesina de Rumira Sondormayo, ubicada en el distrito de Ollantaytambo, provincia de Urubamba, y tienen como objetivo conservar la biodiversidad de la zona, priorizando la protección de los nevados, los bosques nativos de Polylepis y los pastizales que se encuentran en la parte alta de la micro cuenca de Patacancha, siendo esta la única fuente de abastecimiento de agua para el consumo humano y agropecuario. En ese sentido, gracias a la declaración de Qosqoccahuarina como ACP, se incentivará el estudio y desarrollo de sistemas de manejo, almacenamiento y canalización de aguas, previendo los impactos futuros del calentamiento global.

Por otro lado, por un periodo de diez años, la ACP comenzará priorizando la conservación y uso racional de sus recursos naturales renovables; creará conciencia ambiental en los visitantes y pobladores locales; promoverá la investigación científica; y fomentará el desarrollo del turismo como una actividad sostenible para el beneficio económico de la comunidad.

La vida tras sus aguas

La ACP Qosqoccahuarina alberga una gran cantidad de especies de flora que a su vez brindan diferentes tipos de servicios ambientales. Entre ellas se destaca la queñua, debido a su importancia para la comunidad se priorizará el control de su tala y quema desarrollando programas de forestación y reforestación con plantas nativas de la zona.

Asimismo, los bosques que conserva el área son hábitat de numerosas aves silvestres endémicas, en peligro crítico o casi amenazadas. También es posible encontrar mamíferos como el gato andino, la taruca, el puma, el zorro andino, entre otros.

El ACP pretende conservar también las costumbres y tradiciones del poblador andino, que gracias a la zona en la que vive, es heredero de una rica agrobiodiversidad que le puede permitir mantener en una misma parcela más de 50 variedades de papa, numerosas variedades de maíz, más de 10 variedades de quinua, raíces frutales y otros tubérculos.

Fonte: Antonio Tovar Narváez

Foto: ECOAN

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