quinta-feira, 28 de abril de 2016

Vigilantes da Natureza Juniores comemoram Dia da Terra


A 22 de abril de 2016, na Escola D. Fernando II em Sintra, comemorou-se o Dia da Terra - Dia Eco-Escolas.

O Dia da Terra foi criado em 1970, pelo senador norte-americano Gaylord Nelson que resolveu realizar um protesto contra a poluição da Terra, depois de verificar as consequências do desastre petrolífero de Santa Barbara, na Califórnia, ocorrido em 1969.

A data foi adotada internacionalmente em 1990.

Todos os anos, no dia 22 de abril, milhões de cidadãos em todo o mundo manifestam o seu compromisso na preservação do ambiente e da sustentabilidade da Terra.

Neste dia de cariz educativo o DCNFLVT/Parque Natural de Sintra-Cascais efetuou várias atividades de educação ambiental na Escola D. Fernando II (Sintra).

Participaram nas atividades 255 alunos e 10 professores distribuídos pelas seguintes ações: Anilhagem de aves, colocação de ninhos e comedouros no “trilho à Descoberta da Natureza” e Palestras (Aves, Vigilantes da Natureza e Floresta).

O objetivo foi consciencializar os alunos da importância da conservação dos recursos naturais.

Em simultâneo celebrou-se o Dia Internacional Eco-Escolas - World Days of Action em que foi dado a conhecer o projeto “Vigilantes da Natureza Juniores” e a sua ação na preservação do “Trilho à Descoberta da Natureza”.


APGVN

quarta-feira, 13 de abril de 2016

Resposta à proposta do partido político CDS/PP

Excelentíssimos (as) Senhores (as)

Na sequência da notícia veiculada na imprensa de que o partido político CDS/PP irá apresentar na Assembleia da República uma proposta/recomendação ao Governo para que se "legisle no sentido de permitir que a Agência Portuguesa do Ambiente possa partilhar com o SEPNA (Serviço de Proteção da Natureza e do Ambiente) atribuições no âmbito dos crimes ambientais, nomeadamente, formando e certificando os seus agentes para que possam fazer recolha de provas que possuam enquadramento legal", comunicamos que:

Os Senhores Deputados do CDS/PP que assinam o documento referem que existem lacunas no que diz respeito à fiscalização e eventual punição dos infratores, motivada pela não existência no terreno de funcionários da APA (Agência Portuguesa do Ambiente) aos fins de semana e feriados.
Recordamos aos Senhores Deputados que a APA tem um corpo de fiscalização constituído por 12 Vigilantes da Natureza para todo o país e que apesar dos constantes avisos efetuados pela APGVN - Associação Portuguesa de Guardas e Vigilantes da Natureza de que o número é escandalosamente insuficiente, os sucessivos Governos preferem apostar na militarização do Ambiente, ignorando o explanado no Decreto-Lei nº 470/99 de 06 de novembro, artigo 2º (Conteúdo funcional), 1 - “Os Vigilantes da Natureza asseguram, nas respectivas áreas de actuação, as funções de vigilância, fiscalização e monitorização relativas ao ambiente e recursos naturais, nomeadamente no âmbito do domínio hídrico, do património natural e da conservação da natureza.”; mais informamos o constante no artigo 9º (Trabalho semanal), 2 - “São considerados dias normais de trabalho todos os dias da semana, incluindo sábados, domingos e feriados.”.

A APGVN sugere aos Senhores Deputados que solicitem ao Governo o reforço urgente de efetivos para o Corpo Nacional de Vigilantes da Natureza para que se resolvam os problemas de eficácia no combate aos crimes ambientais.

Os Vigilantes da Natureza contribuem para a sensibilização das populações no sentido de compatibilizar o desenvolvimento e o bem-estar das mesmas com a conservação da natureza e gestão dos recursos naturais.

Com os melhores cumprimentos,

O Presidente da Associação Portuguesa de Guardas e Vigilantes da Natureza


Francisco Correia

segunda-feira, 4 de abril de 2016

No hay que temer al lobo: un depredador necesario


Por Fernando Palacios y Xiomara Cantera (CSIC)*

Para que un ecosistema funcione es necesario que haya una buena cobertura vegetal de la que se alimenten gamos, ciervos, cabras montesas, corzos o jabalíes. Pero también se requiere la presencia de depredadores naturales que regulen sus poblaciones y eviten que los herbívoros lleguen a esquilmar la flora. Ese es el papel del lobo ibérico –Canis lupus signatus– en los hábitats de la Península Ibérica.
La conservación del lobo es un tema complejo que levanta pasiones a favor y en contra. Hay asociaciones que reivindican medidas para su conservación y también sectores, como el de los ganaderos, que se ven obligados a lidiar con su presencia. Pero, ¿hasta qué punto los lobos les perjudican?
Analicemos los datos. Según la Consejería de Fomento y Medio Ambiente de Castilla y León, en 2014 se documentaron 940 ataques de lobos al ganado. El acercamiento inusual de estos mamíferos carnívoros a los rebaños de animales domésticos se produce porque en los espacios donde aún sobreviven también hay actividad ganadera y una fuerte presión para aumentar las áreas de pasto. Además existe una gestión forestal que prima la producción de madera, lo que hace que los bosques pierdan productividad primaria (por ejemplo, en los pinares se elimina el  matorral). Así, los ungulados salvajes, especialmente los herbívoros, cada vez escasean más, por lo que el lobo se alimenta de animales domésticos.
Pero también existen áreas sin lobos donde hay exceso de herbívoros salvajes que, al entrar en contacto con el ganado, actúan como vector trasmisor de enfermedades. Según la Junta de Extremadura, en 2015 hubo que sacrificar 7.526 reses por un brote de tuberculosis bovina, cada vez más extendida por el aumento de jabalíes y ciervos en la región. Si se comparan las cifras, ¿hasta qué punto es cierto que los lobos perjudican a los ganaderos? Hay territorios en los que hay tal cantidad de ciervos y cabras montesas que incluso los Parques Nacionales programan batidas de caza para reducir su número. Son lugares en los que ya no quedan lobos que regulen el crecimiento desmedido de estas poblaciones.

El Duero: una frontera para la caza

El Proyecto LOBO propone la elaboración de un censo ciudadano independiente. /Mauricio Antón.
Aunque la especie goza del máximo nivel de protección según la normativa europea, en cada comunidad autónoma se aplican normas diferentes para la gestión del lobo. En Madrid y Castilla La Mancha las administraciones no permiten su caza. También en Portugal está estrictamente protegido. Sin embargo, en Galicia y al norte del río Duero en Castilla y León el lobo es una especie cinegética, por lo que, si su estado de conservación es favorable, pueden cazarse ejemplares. La caza se regula a través de cupos que no tienen en cuenta el furtivismo, ni la estructura social de las manadas, ni el número real de ejemplares vivos –Castilla y León estableció un cupo de 143 lobos para 2015-2016–.
Para mantener un ecosistema y las especies que lo pueblan, la caza no debería ser una herramienta de conservación. La gestión tendría que dirigirse a proteger las especies y su equilibrio, lo que pasaría por dejar que creciera una cobertura de vegetación natural que albergara presas salvajes para el lobo. Sin embargo, lo que se está haciendo es convertir al ser humano en el depredador de los grandes herbívoros y también del lobo.
El censo de 2013-2014 de la Junta de Castilla y León señala que se han detectado en esa comunidad 179 grupos de lobos, 152 al norte del Duero y 27 al sur. La Administración calcula que cada grupo está compuesto por 9 miembros, pero según los científicos las manadas en la península raramente llegan a tener 6. Esto hace suponer que los resultados del censo son excesivamente optimistas sobre el aumento de lobos en la última década. Se da también la paradoja de que los encargados de elaborar estos censos son los mismos que establecen los cupos de caza, hecho por el que han surgido voces que denuncian la manipulación de las cifras. Por su parte, el último censopublicado por el Ministerio de Medio Ambiente tampoco recoge el número de individuos. Según el documento, actualmente hay 297 manadas en toda España. Esta cifra y los ataques al ganado justifican para la ministra en funciones, Isabel García Tejerinaretirar la protección al lobo y permitir su caza en todo el territorio.
Un primer paso para proteger al lobo ibérico es conocer el número real de ejemplares existentes. A ese propósito responde la iniciativa Proyecto LOBO que propone la elaboración de un censo independiente con la colaboración de ciudadanos y diferentes actores implicados. El objetivo no es solo contar los ejemplares que habitan nuestras montañas, sino analizar el estado de conservación de los lobos y de los hábitats naturales que aún recorren estos supervivientes de la persecución humana.

* Fernando Palacios es investigador del CSIC en el Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN). Xiomara Cantera trabaja en el área de comunicación del MNCN y dirige la revista NaturalMentePara saber más, consulta el artículo Lobos para recuperar la biodiversidad’.