segunda-feira, 20 de abril de 2015

La situación de el oso pardo en Cantabria y sus expectativas


La conservación de las especies protegidas, y en especial la del oso, es una de las funciones que desempeñamos los Guardamontes o Agentes Forestales de Cantabria, llevándonos en las zonas en las que tenemos su presencia, buena parte de nuestro tiempo y trabajo. También decir que esta apasionante labor,  cada vez se extrapola a más territorios dentro de nuestra comunidad, así, de la acción de todos, dependerá que vivamos la recuperación de la especie. Por desgracia, ya hemos sido testigos de la extinción en nuestros montes, de especies emblemáticas como el urogallo.
Hablar del oso pardo en Cantabria, es hablar de la subpoblación oriental de la cordillera Cantábrica, (compartida con Castilla y León), la cual, después de los últimos estudios, podemos decir que sigue siendo una de las más amenazadas del mundo y que el trabajo hecho hasta ahora, no ha sido suficiente, pese a veinte años de fuertes inversiones económicas.
Esta población, se encuentra prácticamente estancada en cuanto al numero de sus individuos, unos treinta, desde hace  una treintena de años, beneficiándose, en los últimos años del aporte de ejemplares de la población occidental.
En el ultimo estudio genético, se localizaron 26 ejemplares, prácticamente toda la población, identificándose solamente 5 individuos con genes propios de esta zona, lo cual nos indica la gran mortalidad sufrida, (ocho osos muertos por disparos o venenos en los últimos  15 años en Castilla y León, encontrados), lo que nos indica que prácticamente se ha extinguido esta línea genética, siendo la llegada de osos asturianos la que esta manteniendo el numero de individuos.
Pese a estos datos, los impulsores del estudio genético, la Junta de Castilla y León y su beneficiaria ,la Fundación Oso Pardo, celebran los resultados, ya que la población oriental ha mejorado genéticamente, hecho obvio ya que siete de estos osos, son puros de la zona occidental, es decir, hay ya más osos en la zona oriental de la zona occidental que propios. El resto, catorce individuos, son mixtos, hijos de osos de las dos zonas. Esto demuestra que llevamos años recibiendo osos del núcleo occidental, pero claramente nos define como un sumidero de osos, en especial a la Comunidad vecina.
Así pues, si algo hay que festejar, es el trabajo hecho en la población occidental, especialmente en la zona asturiana, el cual posibilita en la actualidad la presencia de osos aquí. Gracias a este aporte de osos evitaremos hablar de una nueva extinción de una población de osos de la península, después de la reciente perdida de osos autóctonos de Pirineos.
En Cantabria, cabe destacar la consolidación de nuestros territorios como zonas de cría y la expansión de la especie hacia el Norte y Este de la Comunidad.


Básicamente, las bases para el asentamiento de osos, como la de cualquier especie, en una zona, son dos: tranquilidad y buenos alimentos.  Y….. ¿que podemos hacer desde nuestro trabajo como guardamontes, para potenciar esto? :
 
-En cuanto a la tranquilidad; evitando molestias en sus áreas haciendo cumplir  la normativa actual:
            -evitando cacerías en zonas con osas con crías, (desde que los Agentes    Forestales nos dedicamos al rastreo previo de las zonas a cazar, prácticamente hemos anulado las molestias que se venían causando a esta parte de la población, tan escasa y vulnerable. Hay que subrayar además, que somos el único cuerpo que vigilamos activamente las cacerías en zonas oseras, ya que el SEPRONA, Parque Nacional y Fundación Oso Pardo, no lo estiman oportuno).
            -haciendo cumplir la normativa sobre vehículos a motor.
            -evitando actividades lúdicas y deportivas masificadas.
            -evitando el cambio de uso de invernales o cabañas en casas de ocio…etc.

Convendría catalogar las zonas de invernada y parideras para evitar molestias en esos lugares, como la caza en batida en épocas críticas.
-En cuanto a los buenos alimentos, será el aspecto en el que queda más por hacer:
  -se llevan años trabajando en la plantación de frutales, que ya están dando sus  resultados.
 -la falta de alimento, desde la retirada de cadáveres provenientes de la ganadería,  por una enrevesada e interesada aplicación de la normativa de sanidad animal, que esta perjudicando a todas las necrófagas,  esta entorpeciendo mucho la salida  hacia delante de la especie, en especial de las crías  en épocas críticas, como puede ser la primavera. A veces este déficit, es enmendado con el aporte de  cadáveres de fauna cinegética o con animales de ganaderos. La asociación FAPAS, ha obtenido buenos resultados así, con escaso coste económico, consolidando nuevos núcleos reproductores en la zona central de Asturias.
 Así cumpliríamos con la parte del Plan de Recuperación del Oso de Cantabria menos desarrollado hasta el momento: el aporte alimenticio.
 -además se ha paralizado el programa de polinización de arandaneras y zonas altas, que incrementó sustancialmente el aporte de alimento en el otoño, manteniendo a los osos más tiempo en estas zonas, separándoles de los núcleos habitados.

También convendría una mayor implicación de la administración en la prevención de los daños a colmenares, a fin de evitar conflictos, dotándonos de más pastores eléctricos y elementos disuasorios como alarmas.
Seria conveniente a su vez, reforzar nuestra labor policial, aumentando la plantilla en las zonas oseras, dotándonos de horarios y medios propios de estas funciones.
Hemos sido testigos de la práctica desaparición de el oso en Cantabria y estamos presenciando su lenta recuperación, nuestro cometido pues es seguir en esta línea.
Imitando a quienes tienen buenos resultados y evitando los errores , en el manejo de esta especie, de quienes casualmente tenemos mas cerca, lo conseguiremos.


Fonte: Agentes Forestales Cantabria 

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