Un incendio destruyó cerca de 25% del Parque Nacional de Brasilia, aledaño a la capital, en medio de una fuerte sequía que se extiende hace casi cuatro meses, informaron el martes las autoridades. El gobernador del Distrito Federal (DF), Rogerio Rosso, decretó emergencia la tarde del lunes en respuesta a la sequía, para aumentar la disponibilidad de recursos para hacerle frente a los incendios que proliferan en el entorno.
Uno de los casos más preocupantes fue el del Parque Nacional de Brasilia, que sufrió el peor incendio de su historia, con más de 10.000 de sus 42.000 hectáreas quemadas, en una área cercana a la capital, según el gobierno del DF.
La mayor parte del fuego estaba controlado el martes gracias a la acción de unos 80 bomberos apoyados por aviones cisterna, pero un equipo de bomberos continuaba en el parque para contener algunos focos de calor que persistían y evitar nuevos brotes de fuego.
Ese parque es uno de los sitios más visitados por los pobladores de la capital y sus alrededores, que aprovechan sus piscinas formadas por agua de los ríos y sus trillos en medio de la vegetación típica de la sabana tropical. También abriga algunas especies animales en peligro de extinción, como el lobo guará y el armadillo campestre.
El coronel Paulo Roberto, portavoz de los bomberos del DF, dijo que la intensa sequía provocó un aumento de 85% en las quemas en todo Brasil, comparado con el promedio de años anteriores.
Habitantes de Brasilia y su entorno han sufrido las últimas semanas con la sequía, que ha mantenido el nivel de humedad en el aire por debajo de 20%, considerado peligroso para la salud. La previsión de las autoridades es que la sequía se extenderá al menos dos semanas más.
A unos 250 kilómetros de la capital se produjo otro grave incendio en el Parque Nacional Chapada dos Veadeiros, uno de los más visitados del país, declarado patrimonio de la humanidad por la Unesco.
Casi 30.000 hectáreas, equivalente a 35% de la extensión del parque, han sido destruidas por el fuego, las llamas, mientras unas 70 personas, entre brigadistas y bomberos, intentan contener las llamas, según la administración del parque.
Fonte: El País Digital
Marcelo Segalerba
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